El Gobierno anticipó ayer que la inflación de abril será «un poco menor» que la de marzo, cuando marcó un incremento del 6,7%. Una fuente del Gabinete económico indicó a BAE Negocios que esperan una variación mensual superior al 5% con riesgos a que el acumulado de 2022 alcance el 60%. En tanto, los economistas advierten por un “nuevo escalón en la nominalidad de la economía” y el riesgo de que los salarios pierdan poder adquisitivo este año.
“Las consecuencias de la guerra se van a sentir en los precios, el riesgo es que lleguemos a fin de año con 60% aunque esperamos que funcionen los controles”, sostuvo la misma fuente oficial. “Esperamos que abril esté por debajo del 6% pero está jodido, hasta ahora hubo algunos relevamientos que nos dan cerca de ese porcentaje”, añadió.
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Esas declaraciones van en línea con lo que esperan las consultoras y con lo que expresó este jueves en su habitual conferencia de prensa la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, quien sostuvo que el IPC del cuarto mes arrojaría una evolución “menor” a la de marzo. “Vamos a seguir lidiando con este problema todo el año, el Gobierno está concentrado en sostener el crecimiento y que los salarios ganen poder adquisitivo‘‘, advirtió la funcionaria.
De cumplirse estas previsiones la inflación del primer cuatrimestre sería la más alta en décadas, al igual que sucede a nivel mundial por las consecuencias de la guerra en Ucrania. En el caso argentino, si la inflación de abril fuera sólo del 5% acumularía en cuatro meses 21,5%, el porcentaje más alto desde 1991 para el periodo en cuestión. Lo mismo sucedería con la proyección anual, que hasta ahora la más alta en estos últimos 31 años fue el 53,8% que tuvo Mauricio Macri en 2019.
En este contexto, los gremios presionan por cerrar paritarias cada vez más cerca del 60% con revisiones. El Ministerio de Trabajo viene convalidando dichas subas, aunque hay sectores que cerrón más cerca del 45%. Mención aparte para los sectores informales que no están protegidos por estos acuerdos y fueron los más castigados en los últimos años.
El titular de una de las cámaras que forman parte del G6 sostuvo a BAE Negocios que “para las empresas es muy insano negociar paritarias todos los meses, no hay previsibilidad”. El comentario coincide con la visión de algunos sindicalistas, como Omar Plaini, que también cuestionaron ese proceso.
“La nominalidad de la economía subió un nuevo escalón. El riesgo de esta dinámica es entrar en un círculo vicioso donde lógicamente nadie quiere perder, al que hay que sumarle las próximas actualizaciones en las tarifas de servicios públicos que sumarán algunos puntos a la inflación”, dijo a BAE Negocios el economista de Econviews, Alejandro Giacoia.
Desde Fundación Capital, proyectaron para 2022 una baja de 0,8% en el poder de compra del sector privado registrado, de 1,8% para el sector público y una merma de 5,6% para los no registrados. Según resaltaron, los bonos anunciados para este segmento acotan la caída del poder adquisitivo, pero «no logran revertir lo complejo de la situación social».
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