Bolivia se encuentra en estado crítico. En una escalada alarmante de la guerra entre Evo Morales y Luis Arce, seguidores armados del expresidente que desde hace 19 días mantienen bloqueos en diversas carreteras del país, han tomado a militares como rehenes y asaltado cuarteles en el Trópico de Cochabamba.
La decisión drástica se da en una jornada en la que fuerzas combinadas –policías y militares- iniciaron el desbloqueo de las rutas obstaculizadas. Se generaron varios enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los evistas, que respondieron con piedras y explosivos, antes de avanzar con la toma de los cuarteles.
Según La Razón Digital, son tres las unidades militares tomadas por los seguidores de Morales: el regimiento Cacique Juan Maraza, en Villa Tunari; las instalaciones de la Novena División y la base naval de Puerto Villarroel.
Los evistas no solo tomaron físicamente dichas instalaciones, sino que tomaron como rehenes a los uniformados, funcionarios y familiares. Además, secuestraron armamento y munición.
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— UHN PLUS (@UHN_Plus) November 1, 2024
Grupos paramilitares leales a Evo Morales han tomado un cuartel del ejército en Cochabamba, Bolivia. Según reportes, han capturado a varios rehenes y están saqueando el armamento militar. pic.twitter.com/pW9HpINV3t
La cadena local Wara TV difundió un video en el que se ve evistas en la base Cacique Juan Maraza con palos, reivindicando su lucha y exigiendo al Coronel de la unidad que deponga las armas y no proceda con las órdenes del Ejecutivo. Asimismo, se ve a un violento grupos-estimado en unas 2.000 personas- rodeando a algunos de los oficiales de la unidad.
“El regimiento ha sido tomado por las ocho centrales. Nos han cortado el agua, la luz y nos han tomado como rehenes. La vida de mis instructores y soldados está en peligro. Por favor, mi general, pido que puedan considerar… estamos padres, hijos, hermanos de familias enteras”, comenzó diciendo uno de los militares que no fue identificado, según supo Infobae.
Algunos del grupo coreaban: “Que renuncie lucho”. Los bloqueos se han intensificado tras el reciente atentado o “teatro” contra Evo Morales. Los seguidores de Evo, al principio pedían demandas económicas, como la provisión de dólares y combustible. Pero luego se inclinaron hacia un discurso más político exigiendo la validación del liderazgo de Morales en el Movimiento Al Socialismo, la proclamación de su candidatura para las elecciones presidenciales de 2025, y el fin del supuesto “lawfare” por los delitos que cometió el expresidente: estupro, corrupción e intento de homicidio.
Los bloqueos de Evo Morales ya dejaron pérdidas de US$ 1.700 millones lo que representa más del 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Varios sectores, principalmente productivos, se han declarado en emergencia y exigido al Gobierno acciones para levantar los cortes de ruta. Advirtieron que si el conflicto continúa habrá desabastecimiento de alimentos en medio de la escasez de combustible, dólares y medicamentos.
La toma de rehenes no solo pone en riesgo la vida de los militares, sino que es un desafío más peligroso y directo a la autoridad del presidente. Varios alcaldes y gobernadores han pedido la reacción del gobierno y la instauración del estado de sitio.
Luis Arce
“La toma de una instalación militar por grupos irregulares en cualquier lugar del mundo es un delito de traición a la Patria, una afrenta a la Constitución Política del Estado, a las Fuerzas Armadas y al propio pueblo boliviano, que rechaza de manera contundente los bloqueos criminales de Evo Morales, así como estas acciones delincuenciales”, escribió el jefe de Estado en sus redes sociales”, escribió el presidente Luis Arce en redes.
La comunidad internacional observa con preocupación la crisis boliviana que ha alcanzado esta a última semana un nivel peligrosísimo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo «un llamamiento a los actores políticos para que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos y con pleno respeto de los derechos humanos”.
La guerra entre estos dos líderes está arruinando a Bolivia.
El futuro del país pende de un hilo, mientras la insoportable guerra fratricida entre Morales y Arce por el poder no cesa y hunde a Bolivia en su descomunal crisis. Los bolivianos están envueltos momento de convulsión económica y política por la escasez de dólares, combustibles, alimentos y medicamentos.
Con todo, la joven Cindy Vargas, a quien Evo habría embarazado a sus 15 años, su hija y madre siguen desaparecidas.