El transporte público en las provincias del interior se verá gravemente afectado la próxima semana debido a un paro de colectivos convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA). La medida de fuerza, que tendrá una duración de 48 horas, comenzará el jueves 22 de agosto y se extenderá hasta el viernes 23, paralizando por completo los servicios urbanos, interurbanos y rurales.
El paro fue anunciado luego de que fracasaran las negociaciones paritarias entre el gremio y los empresarios del sector. En una reunión que contó con la participación de autoridades del Ministerio de Capital Humano, representantes de la UTA y miembros de la Federación Argentina de Transportadores de Automotor de Pasajeros (FATAP), no se logró alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Ante esto, el ministerio ha convocado a una audiencia para el 21 de agosto en un último intento de evitar el conflicto.
El principal punto de desacuerdo radica en la negativa de los empresarios a otorgar un aumento salarial al gremio, una situación que se ha agravado por el reciente recorte de subsidios implementado por el Gobierno nacional. Desde la FATAP señalan que la crisis del sector es el resultado de tarifas inadecuadas, subsidios insuficientes y un creciente costo operativo, advirtiendo que la paralización de los servicios podría empeorar la situación y llevar incluso al cierre definitivo de varias empresas.
Por su parte, Roberto Fernández, secretario general de UTA, expresó su rechazo a cualquier intento de resolver la crisis a costa de los salarios o derechos de los trabajadores, y afirmó que la convocatoria al paro responde a la falta de consenso en varias provincias y municipios del interior del país, a pesar de que en algunas jurisdicciones se ha logrado llegar a un acuerdo.
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