El juicio por el asesinato de Darío Monges avanza en la Justicia Federal de Salta y empieza a tocar de cerca a la gestión de Gustavo Saenz. El exsecretario de Seguridad de la provincia Benjamín Cruz ya fue imputado por tráfico de influencias y la investigación apunta a la relación del poder norteño con Cristian «El Gringo» Palavecino.
Palavecino es el jefe narco que fue detenido luego de permanecer prófugo y está acusado de amenazar y tener un plan de conspiración contra el procurador de Salta, Pedro García Castiella. Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había extendido la amenaza a toda la familia del procurador y planeaba fugarse.
A Cruz se lo acusa de haber facilitado el ingreso de Monges a la cárcel de Orán para entrevistarse con Oscar «Cabezón» Alberto Alejandro Díaz, sindicado como uno de los sicarios más peligrosos del país.
Monges se presentaba como asesor político y se desempeñó, entre otras dependencias, en la Municipalidad de Salta. En septiembre de 2022, su cuerpo apareció en su Ford Eco Sport, con cinco balazos en la cabeza, en el barrio El Círculo, en la capital salteña. Las pruebas indican una conexión con el narco Palavecino, definido por Bullrich como “amo y señor de la criminalidad en Orán”, que por entonces estaba prófugo de la Justicia.
En el marco del juicio que tiene en vilo a buena parte de la sociedad salteña, el escándalo estalló a partir de un video extraído por Gendarmería del teléfono de Palavecino. En las imágenes, Monges aparece reunido con el narco y habla de sus contactos políticos, mencionando acuerdos con funcionarios del gobernador, en un encuentro previo a su visita al sicario Díaz.
El video que sacude al poder en el Norte Grande
“Yo sé quién sos y yo no te voy a vender fruta”, le dice Monges a Palavecino, en un intento por demostrar su lealtad. El video también muestra la entrada del narco con un estilo teatral, saludando a sus subordinados mientras lo llaman “Patrón”.
“A mí me gusta dar soluciones, no problemas, yo creo que eso es lo mejor porque cuando vos digas: ‘che Darío, ¿podrías solucionar algo en Córdoba?’, o a donde se te plantee el problema, yo me voy a ir lo que sea, y voy a resolverte el problema”, agrega abriendo su supuesto abanico de contactos para facilitar «rutas» para el traslado de droga, supuestamente.
En la charla con el narco, Monges menciona a Abel Cornejo, exprocurador, exjuez de la Corte y exministro de Seguridad de Salta y al diputado Pablo Outes, hasta diciembre pasado Coordinador de Enlace y Relación Políticas del gobierno de Sáenz. «Yo ya hablé con el Loro Outes, que es mano derecha del gobernador, y le dije ‘¿qué estás haciendo, boludo?'», cuenta Monges en relación a la intervención provincial en Salvador Mazza, municipio ubicado en la frontera con Bolivia. «Le tendrían que haber avisado a Gustavo, para darle una mano y que no lo agarren con tanto», añade en otro pasaje y se jacta de una gestión con el intendente de Vaqueros y presidente del foro de intendentes de Salta, Daniel Moreno, «con quien yo trabajo». Monges estaba acusado de ser testaferro del jefe comunal norteño.
Investigaciones en curso y juicio en Salta
El juicio comenzó en julio de este año, encabezado por los jueces Marta Snopek, Federico Díaz y Mario Juárez Almaraz. Los acusados del asesinato son Roberto Catalino Bejarano y sus hijos, Santiago y Roberto David, señalados por la fiscalía como los sicarios que ejecutaron a Monges. La proyección del video en la sala confirmó la estrecha relación entre la víctima y Palavecino.
El material presentado en el juicio evidenció los vínculos de Monges con ex funcionarios salteños, como Benjamín Cruz, ex secretario del Ministerio de Seguridad y Justicia. La mención de contactos y acuerdos revela una red compleja que incluye gestiones para abrir rutas y facilitar actividades delictivas.
En octubre de 2023, Palavecino fue trasladado al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, un establecimiento de máxima seguridad. Su captura en el marco de otra causa permitió recuperar el video que hoy es pieza clave en el juicio por el crimen de Monges.
El caso ha generado gran conmoción en Salta, destacando la infiltración del crimen organizado en la política local. La sentencia del juicio podría sentar un precedente sobre la complicidad entre funcionarios y organizaciones delictivas en el norte argentino.-Letra P-