Llamó al 911 pidiendo ayuda con la frase “vengan a ayudarme mandinga me persigue”. Uno de sus hermanos y la policía llegaron a la zona de Barrio Progreso en Campo Quijano por donde terminó por salir la mujer escapando de lo que dice ella “era negro y muy grande”.
Teresa, desfiló con una agrupación rosarina el domingo al mediodía y se quedó por al zona del picadero de los gauchos de Campo Quijano con unos amigos, también gauchos, a refrescarse de la calurosa jornada.
“Fuí a llevar mi caballo al potrero, no era muy de noche aún, cuando el animal se salió como tiro para el fondo del potrero. En ese momento una figura de un hombre grande y negro, me empezó a llamar, estaba al lado de un árbol.
Saqué mi cuchillo y alumbre con mi celular, y cuando tome coraje, me acerqué y la extraña presencia ya no estaba. Me asuste mucho y salí corriendo”, contó la mujer a la policía que acudió a socorrerla. No puso denuncia alguna, y no quiere hablar ante los medos de su terrorífica experiencia.
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