Cada 15 de septiembre es el día de mayor concurrencia a la plaza 9 de Julio, dado que se celebra la procesión del Señor y la Virgen del Milagro. Los miles de visitantes notaron algunos de los daños que ya presentaría el «corazón de la ciudad» y no pudieron evitar su exposición.
Una de las imágenes que generaron indignación a los visitantes y feligreses es que parte de las rejas ya se encuentra desoldada. Esto no solo representa el descuido por parte del mantenimiento, sino también un riesgo para la integridad física de quienes pudieran tropezarse y herirse con los hierros.
Además del enrejado, también se registró otro detalle polémico. Y es que desapareció un grifo de un bebedero, el que había sido instalado a fin de que no se desperdiciara el agua, pero en plena concurrencia de devotos y peregrinos del Milagro, desapareció y varios pensaron incluso que había sufrido un vil robo.
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