En nueve días Salta será escenario del evento religioso más grande del norte argentino, que es precisamente la procesión del Señor y la Virgen del Milagro. Antes de la celebración de fe, hay quienes advierten que podría desatarse un brote de salmonella entre otras enfermedades a causa de la afluencia de feligreses y turistas.
Fue desde la organización RED SOL que emitieron una carta al Arzobispado para que se tomen medidas al respecto de la advertencia.
«Me dirijo a usted con todo respeto en vuestra condición de funcionario y dignatario eclesiástico para advertirle, a todos los efectos legales, sobre el riesgoso y exponencial peligro de una masiva concurrencia de personas en fecha próxima con motivo de la festividad del Señor y Virgen del Milagro«, dice el inicio de la misiva que firma la titular de la institución, María Elena Jiménez.
Explicó que la ciudad «no posee la seguridad sanitaria» necesaria para albergar a la gran cantidad de personas que llegarán para la celebración, ya que no cuenta con servicios esenciales como agua y cloacas a la altura del desafío.
Jiménez atribuyó la situación a la construcción ilegal de edificios de altura, tarea que se viene desarrollando -señaló- desde el año 2004; justamente, fue la organización que preside la que inició acciones legales denunciando el accionar, advirtiendo la saturación del sistema de cloacas y el posible anegamiento de líquidos cloacales.
«El sistema fue programado para 300 mil viviendas y hoy la ciudad tiene un millón y más de habitantes», señala el escrito publicado en Aries Online.
Además, continúa, «se ha determinado evidencias como roturas de viejos caños en las calles de Salta, que se aprecia a simple vista; interrupción y carencia total del servicio en muchos barrios de la ciudad; encharcamiento y escurrimiento de líquidos cloacales y el hecho de mayor gravedad para la vida humana, aparición de la bacteria salmonella (…) debido al desorden ocurrido en la faz de las construcciones de grandes edificios».
Jiménez, en su carta, hizo especial hincapié en la bacteria, dados los numerosos casos en época estival y los enfermos internados que ocasionalmente colapsan el sistema sanitario.
«Este sería el cuadro de horror en las calles de Salta que deseamos evitar. La permanencia de gran número de personas viviendo en estas precarias condiciones sanitarias obligaría a disponer de camas hospitalarias, remedios y atención médica suficiente y provisión de agua, el elemento más dificultoso de disponer, que garanticen la supervivencia en caso de ocurrir una infección de índole masiva por el consumo de aguas contaminadas», advierte el documento.
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