Durante la pandemia por distintos puntos del país, muchos corazones solidarios se encendieron para ayudar aquellos que más necesitaban llevando un plato de comida.
En Salta en aquel momento surgió para la comunidad de El Carril y Chicoana «El carrito solidario» que repartía comida, hoy ante la situación económica del país, otra vez estos corazones solidarios salieron al auxilio de la gente, todos esos sectores vulnerables.
Se trata de una campaña que cuenta con el apoyo de comerciantes y productores de la zona para proporcionar ayuda alimentaria a las familias más afectadas por la crisis económica actual.
Capacidad del carrito solidario
El «carrito solidario» es un dispositivo ingenioso capaz de transportar hasta 450 viandas por salida. Este carrito móvil está equipado para almacenar alimentos calientes y fríos, adaptándose a diversas situaciones. Tirado por un vehículo y operado por personal asignado, el carrito volvió a recorrer desde el viernes pasado las calles de El Carril y Chicoana, varios días a la semana.
En esta ocasión la distribución comenzó con 300 raciones de guiso de arroz en la zona rural de El Carril. Además, se ha programado una próxima distribución en Las Paltas, en Chicoana, asegurando que diferentes sectores vulnerables sean atendidos.
La solidaridad de los comerciantes
Para que este «Carrito Solidario» funcione, una pata fundamental es el aporte de la comunidad, principal eslabón de esta cadena solidaria para ayudar a las personas más afectadas. También en esta oportunidad la colaboración comunitaria llega de la mano de los comerciantes y empresarios locales. Contribuyen con recursos para mantener el «carrito solidario» en funcionamiento. La comunidad también muestra su apoyo, colaborando en la distribución y cuidado de las viandas, publicó El Tribuno.
¿Cómo funciona?
La situación se complica. La falta de trabajo genuino y el sustento económico son problemas persistentes que acentúan la situación complicada de muchas familias.
Esta asistencia alimentaria se ha convertido en una fuente de ayuda para muchas familias, especialmente para los niños y ancianos, quienes tienen por detrás la sombra y el riesgo de la desnutrición.
El «carrito solidario» sale al caer la oración y llega a varios hogares para distribuir las raciones de viandas. Varios de los integrantes de estas familias trabajan en lo que pueden durante la jornada, pero así y todo no les alcanza. Entre los que reciben estas raciones se destacan adultos mayores y familias numerosas.
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