Nunca dejaron de sentir fe y eso les ayudó a soportar los momentos de angustia. Este sábado finalmente regresaron a Salta los devotos de la Virgen de Urkupiña que viajaron a Bolivia para venerar a la «mamita», y que quedaron varados durante casi dos días por un piquete en la ruta.
La llegada de los últimos colectivos de la empresa Cachi Turismo ya piso Salta. Al bajarse algunos contaron sus sensaciones; desesperación, bronca y cansancio fueron las más comunes entre ellos.
Lo que más criticaron fue la falta de reciprocidad en algunos lugares del vecino país, ya que no se apiadaron de ellos. «Algunos sólo estaban interesados en que gastaramos los pocos pesos que nos quedaban en su pueblo, no nuestra situación», denunció un pasajero.
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