Las críticas terminaron dividiendo al Gobierno. El pasado domingo, Sergio Massa anunció el pago de dos bonos de $30.000 para empleados públicos y privados. Los mismo deben abonarse en septiembre y octubre. Pese a la medida, en las últimas horas trascendió el dato que el ministro de Economía podría dar todo marcha atrás.
Según lo publicado por La Nación, Massa reconoció en su propio entorno la autonomía de las provincias por lo cuál no obligaría a que paguen el bono a su personal. Por otro lado, las empresas privadas tendrían también la libertad de determinar si quieren, o no, pagarlo.
Conflicto dividido
Todo empezó cuando 14 gobernadores hicieron pública su decisión de no pagar el bono que anunció el ministro de Economía. «Que cada mandatario pague con el costo político», habría dicho Massa entre su entorno más cecano. En el caso del sector privado, que también se manifestó en contra de la medida por no contar con los recursos en un contexto inflacionario, establece que son «de cumplimiento obligatorio», aunque no habrá, según trascendió, más medidas adicionales. Lo que deja entrever que no habría sanciones contra las empresas.
«Hoy tenemos una obligación adicional de aportar. Porque cuando los empresarios recibimos ayuda nos la dio la gente, a través del Estado. Cuando hoy los argentinos nos piden un esfuerzo adicional para lograr estabilidad macroeconómica, tenemos que acordarnos. Además, en el caso de las micropymes y las pymes se les devuelve el 100% y el 50% de ese bono», dijo hoy el secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren.
La respuesta que obtuvo el anuncio fue dispar. 14 provincias determinaron no hacer frente al bono porque tienen sus paritarias en curso, mientras otras afrontan serios problemas en el pago de sueldos en algunos municipios.
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