Los diputados empezaron a equilibrar sus ingresos, aunque quedaran muy rezagados con relación a sus colegas del Senado Nacional. La dirección de Remuneraciones y dietas del Congreso liquidó un adelanto de 750.000 pesos a cada legislador nacional. De esta manera, llevó las dietas de los diputados en bruto a superar los 2.400.000 pesos.
En mayo la liquidación de un legislador nacional fue de 1.500.000 pesos, sumando 112.500 por movilidad para un diputado que vive en la provincia de Buenos Aires. Si viven a más de 100 kilómetros del Congreso, perciben un plus por desarraigo de algo más de 300.000 pesos en el lugar de la movilidad.
“No sabemos el concepto que figurará en el recibo“, le dijo un diputado a TN respecto al incremento recibido.
A partir de la resolución firmada por el presidente de la Cámara, Martín Menem, en los primeros días de junio, establece un aumento del 80 % para cada diputado, pagadero en tres cuotas.
La novedad de la decisión la dio a conocer el propio Menem en el brindis por el día del periodista ante los acreditados en el Parlamento. “Yo no estoy de acuerdo con el aumento. De hecho, ustedes saben que yo desde que entré a la política sorteo mi salario. Pero es mi misión, o mi deber, garantizar el funcionamiento”, dijo en el coqueto salón del bajo recinto del Cuerpo.
La presión de los diputados se incrementó a partir de los dos aumentos recibidos en el Senado. Primero por el proyecto de resolución que impulsó el senador por Salta, Juan Carlos Romero, y acompañado con el voto a mano alzada en el recinto, y luego por el aumento por paritarias de los trabajadores legislativos que encabeza Norberto Di Prospero, del gremio de APL. La dieta de los senadores, en bruto, supera los ocho millones de pesos, con los descuentos correspondientes, alcanza los cinco millones de pesos.
Los planteos de varios legisladores al presidente Martín Menem fueron las necesidades de equiparar sus dietas con la de los senadores. Por ahora seguirán las diferencias en los ingresos para los integrantes de cada cámara.