La devoción y la fe se hicieron sentir intensamente con la llegada de miles de peregrinos a Salta para rendir homenaje al Señor y la Virgen del Milagro. Entre lágrimas y gestos de agradecimiento, muchos de los fieles llegaron de rodillas al templo, emocionados por la experiencia.
Uno de los peregrinos, que arribó desde Catamarca, expresó su emoción: «Le debo mucho a Dios, vine para agradecer. Estamos acompañando a un grupo de ciclistas que peregrinan», comentó conmovido. Al ser consultado si había recibido algún milagro, el devoto respondió: «Lo estamos esperando».
La atmósfera de esperanza y gratitud es palpable en las calles, donde los peregrinos siguen llegando desde distintos puntos del país para cumplir sus promesas y pedir bendiciones, reflejando el profundo sentido espiritual que envuelve estas jornadas.
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