Tras la suspensión de las clases presenciales en la Escuela Domingo Faustino Sarmiento por los reiterados casos de alumnos que sufrieron mareos, desmayos, vómitos y dolor de cabeza dentro de la institución, la Justicia ha ordenado levantar la clausura preventiva que había solicitado la fiscalía. La jueza de Garantías, Ada Zunino, emitió en la tarde de ayer la decisión de «ordenar el levantamiento de la clausura provisional» que pesaba sobre el edificio.
La resolución judicial se basó en estudios científicos y específicos realizados por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), los cuales determinaron la ausencia total de problemas edilicios, conexiones defectuosas, escapes cloacales o acumulación de monóxido de carbono, indicó El Tribuno. Estos resultados indican que el edificio está en condiciones de retomar sus actividades de manera normal.
El levantamiento de la clausura llega después de que la fiscalía solicitara el cierre preventivo del establecimiento por 72 horas tras el último caso de alumnos afectados, medida que debía extenderse hasta hoy. Sin embargo, a pesar de la decisión judicial, se esperaba que las clases presenciales se reanuden recién el próximo lunes.
El informe del CIF, que se dará a conocer en las próximas horas, descarta problemas estructurales en la escuela, lo que sugiere que la investigación podría enfocarse en otras posibles causas de los síntomas presentados por los alumnos. Resulta llamativo que los casos hayan afectado a estudiantes de solo dos aulas del establecimiento.
Implementación de un Plan de Vigilancia Epidemiológica
En respuesta a lo ocurrido, las autoridades educativas acordaron con la comunidad escolar la implementación de un Plan de Vigilancia Epidemiológica, que se extenderá hasta el 30 de septiembre de 2024. Este plan incluye la creación de una Unidad Centinela de Intoxicación-Exposición al Monóxido de Carbono y otros posibles eventos dentro de la escuela.
La Unidad Centinela estará a cargo de personal de la Dirección General de Coordinación Epidemiológica del Ministerio de Salud y del Primer Nivel de Atención del Hospital Público Materno Infantil. Las responsables de la unidad serán las doctoras Vanina Galván y María Castillo, quienes liderarán el diagnóstico de la situación y desarrollarán un plan de comunicación de vigilancia permanente que se difundirá a toda la comunidad educativa.
Además, se reactivará la aplicación «EDU-Salta», utilizada durante la pandemia, para notificar cualquier síntoma compatible con la intoxicación por monóxido de carbono entre estudiantes y docentes. El personal de los hospitales y la Dirección General de Coordinación Epidemiológica recibirá capacitación específica para manejar esta situación.