El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó hoy la anexión a ese país de cuatro regiones ucranianas ocupadas por su Ejército, y afirmó que sus habitantes «serán nuestros ciudadanos para siempre».
En paralelo, los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) rechazaron y condenaron «de forma inequívoca» la «anexión ilegal» de las cuatro regiones del este ucraniano: Lugansk, Donetsk, Jerson y Zaporiyia.
Putin encabezó la ceremonia del Kremlin, que se realizó antes de un concierto pop en la Plaza Roja para marcar la mayor anexión territorial de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el evento pareció quedar eclipsado por la caída de la ciudad de Lyman, que supondría el colapso de las fuerzas rusas en el norte de Donetsk y abriría el camino para que Kiev asalte el territorio controlado por Rusia justo cuando Putin proclama su anexión.
En este sentido, el líder prorruso de las zonas ocupadas de Donetsk reconoció que sus tropas habían perdido el control total de las aldeas de Dobryshev y Yampil, dejando la guarnición principal de Moscú en el norte de Donetsk cuasi cercada en Lyman.
El ejército ucraniano está «intentando a toda costa estropear nuestros acontecimientos históricos», dijo Denis Pushilin, refiriéndose a la ceremonia de anexión en el Kremlin. «Es una noticia muy desagradable, pero debemos analizar la situación con sobriedad y sacar conclusiones de nuestros errores», agregó.
Por su parte, Kiev guardó silencio sobre la situación en Lyman, pero blogueros militares prorrusos informaron de que las fuerzas ucranianas habían rodeado a miles de tropas rusas, cortando su huida. Pushilin dijo que un camino hacia Lyman seguía abierto, pero reconoció que ahora estaba bajo el fuego de la artillería ucraniana. -elcronista-
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