La Policía detuvo a un profesor de kick boxing acusado de abusar sexualmente de una menor de edad en Comodoro Rivadavia, en Chubut. El agresor la atacó después de que ella le pidió ayuda porque su madre la había golpeado.
Ocurrió el domingo 25 de agosto cuando la víctima caminaba por las calles del barrio Quirno Costa. El atacante Diego Alejandro Almazán, de 37 años, iba en su auto cuando vio a la chica angustiada. Él intentó calmarla y le ofreció llevarla a la Comisaría para hacer la denuncia. Ella accedió y se subió al vehículo.
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El Ministerio Público Fiscal de Chubut informó que Almazán pasó de largo por varias dependencias policiales y ponía excusas para no detenerse. La llevó finalmente al camino conocido como “La Caballeriz”, y abusó sexualmente de ella.
La menor de edad escapó y caminó hasta el kilómetro 3 donde fue asistida por policías. Después de que contara lo que había ocurrido, la trasladaron al hospital, ya que presentaba varias lesiones.
La Policía llegó al barrio Pietrobelli con los datos aportados por la víctima y detuvieron a Almazán.
Al día siguiente, la Justicia imputó al presunto agresor por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”. El fiscal Adrián Cabral solicitó la prisión preventiva al argumentar que “existen elementos de convición como probable autor del hecho” y remarcó que la pena que se espera por el cargo es de un mínimo de seis años de cárcel.
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La defensa del acusado, a cargo del abogado Gustavo Oyarzún, no se opuso a la detención ni a la apertura de la investigación, aunque sí a la prisión preventiva, ya que “hay otros elementos que deben valorarse”, según indicó el Ministerio Público Fiscal en un comunicado. Este desacuerdo tiene que ver con que su defendido aseguró tener una versión diferente de cómo ocurrieron los hechos.
A pesar de ello, el juez Alejandro Soñis coincidió con el fiscal sobre la gravedad de la denuncia y ordenó la prisión preventiva para Almazán por un plazo de 30 días mientras continúa la investigación.
El caso que conmocionó a Comodoro Rivadavia también afectó a la escuela de kick boxing Warriors, donde el imputado daba clases. Por eso, publicaron un comunicado donde repudiaron los hechos.
“Ante los aberrantes hechos de público conocimiento, donde se le atribuye a Diego Alejandro Almazán, quien dictaba clases de kick boxing, ser el autor de actos de violencia y abuso que atentan contra los derechos de una persona menor de edad, desde la escuela Warriors expresamos nuestro absoluto repudio por esta situación, y comunicamos que Almazan ya no forma ni formará parte, de nuestra institución”, escribieron.
