Este partido se disputará desde las 17 en el estadio de Güemes, luego de que el Consejo Federal redujera de 4 a 2 los decensos del Federal A.
Tras empatar sin goles con Sarmiento en la última fecha de la Fase Regular, el “Santo” perdió la categoría el pasado domingo, sin embargo al día siguiente, desde el ente que maneja el fútbol de ascenso, dio a conocer una gran noticia para los 4 equipos que finalizaron últimos en sus respectivas zonas y los cruces: Juventud contra Sportivo Peñarol y Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay ante Liniers.
De esta forma, el “Santo” tiene una vida más para asegurar su permanencia en la divisional.
Para este trascendental duelo, el DT Luis “Guacha” Flores contará con los regresos de dos referentes en el once titular. Martín Esparza el capitán del equipo estará de vuelta tras cumplir tres fechas de suspensión por su expulsión ante Sol de América en Formosa.
El volante ingresará en cuenta de Claudio Burgos.
Sí, cuando creía que el campeonato se había terminado para él, surgió el partido desempate y Esparza estará nuevamente desde la partida.
Por su parte, Enzo Vargas también vuelve a la formación inicial tras superar la sanción recibida por su tarjeta roja en el clásico ante Central Norte. El Demonio reemplazaría desde el arranque a Juan Perillo en el ataque antoniano.
Enfrente estará Peñarol que apenas pudo rearmarse durante la semana ya que varios jugadores se habían ido consumado el descenso.
El Santo no estará solo hoy. Más de 3 mil hinchas dirán presente en Santiago para apoyarlos en busca de la salvación.
Peñarol de San Juan
Con lo mejor que pudo recuperar en la semana, armándose un grupo a las apuradas, Peñarol tratará de lograr ese milagro que no consiguió a lo largo de más de 30 fechas. Nada es casualidad pero en el fútbol, todo es posible. Dependerá de ese amor propio de un Peñarol que sufrió más de la cuenta.
Se puede terminar en fiesta, se puede terminar en el desahogo de un equipo que empezó mal y que por esas cosas del fútbol, hoy puede salvarse. Parecía todo perdido. Liquidado pero Peñarol aún respira y eso, para el pueblo bohemio es la esperanza.
Ahora irá a jugarse lo que tiene de resto. Serán 90 minutos al todo o nada. A matar o morir, con todo por ganar y ya nada por perder para sepultar una temporada absolutamente escandalosa que arrancó con problemas dirigenciales de raíz, con doble comando, con dos planteles, con denuncias en el medio y con tres entrenadores a lo largo de la competencia que nunca lo pudieron sacar del fondo.
Así, Peñarol se fue hundiendo solo. No pudo más y solamente este salvavidas inesperado de AFA lo volvió a meter en la cancha.
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