Juventud Antoniana ha llegado a su punto más bajo. Por segundo día consecutivo, los futbolistas han optado por no asistir a los entrenamientos en el Honorato Pistoia. Esta decisión es resultado de la acumulación de deudas salariales y promesas incumplidas por parte de la directiva. A pesar de que la dirigencia les ha asegurado a los líderes del equipo que recibirán sus pagos el próximo lunes, los jugadores han perdido la confianza en estas promesas.
Los reclamos de sueldos atrasados datan desde agosto y la situación ha empeorado significativamente. Matías Pato, uno de los jugadores afectados, expresó su frustración en una entrevista con Rumbo al Ascenso, mencionando que incluso tras la partida de ocho jugadores, de los cuales seis eran de los que más ganaban, la situación financiera del equipo no mejoró. Además, según publica Nuevo Diario, Pato denunció la falta de claridad en cuanto a la fecha de la operación de Gogo Gómez, la ausencia del kinesiólogo por falta de pago y la imposibilidad de que Correa viajara con el equipo debido a las dificultades económicas.
Respecto a las críticas de los aficionados por detener los entrenamientos en un momento crítico en la lucha por evitar el descenso, Pato explicó que comprenden la frustración de los hinchas, pero que las necesidades más básicas de algunos compañeros, como la alimentación o la separación de sus familias debido a la búsqueda de empleo, les obligan a tomar medidas drásticas. El compromiso del equipo con el partido del domingo sigue intacto, aunque trabajarán por su cuenta mientras persista la situación.
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