Con las pulsaciones a mil, tanto los protagonistas del Superclásico como los hinchas presentes en La Bombonera desbordaron de emotividad sobre el cierre del partido. El agónico empate anulado a Boca fue el corolario de una velada infartante y, mientras los jugadores de River cantaban en el centro del campo, los de Boca hacían el clásico saludo final. Así, las pinceladas de descontento que había vislumbrado el público local durante el pleito estallaron en un unísono silbido y se gestó un clima proclive a los insultos y reproches.
Tal parecer, los plateístas más cercanos al campo de juego se despacharon con saludos poco amistosos para con sus jugadores mientras se retiraban. Y alguno de ellos habría calado hondo en Chiquito Sergio Romero, quien directamente fue a buscar a una persona en especial: se trepó a la valla y logró increparlo cara a cara, desde una altura considerable que sumaba surrealismo a la escena.
La aparición del arquero entre la gente motivó un tumulto que contagió a sus alrededores, entre fuerzas de seguridad, otros hinchas y hasta compañeros de Chiquito, como Leandro Brey, que intentaba tomarlo para alejarlo de la pelea. Finalmente lo convencieron, aunque se alejó con amagues de retornar y entre fuertes insultos y dejando a su paso un hervidero, con más simpatizantes en llamas discutiendo con los agentes de seguridad.
EL TREMENDO CRUCE DE CHIQUITO ROMERO CON UN PLATEISTA DE BOCA. 😳🇦🇷 pic.twitter.com/8KmRst0PV2
— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) September 21, 2024