La fiscal penal de Violencia Familiar y de Género 2, Mónica Viazzi, representó al Ministerio Público Fiscal ante el Juzgado de Garantías 2, en la audiencia de juicio abreviado contra un hombre de 29 años acusado de los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y género (dos hechos), privación ilegítima de la libertad agravada, amenazas y amenazas con arma, todo en concurso real.
La damnificada, quien es expareja del acusado, mantuvo una relación de ocho años y tienen tres hijos en común. Denunció que la noche del pasado 30 de agosto, encontrándose en el domicilio que compartía con el hombre en barrio Santa Clara de Asís, este llegó bajo los efectos de sustancias y la acusó de estar con otra persona, para luego golpearla.
Luego, el individuo se retiró para regresar a la madrugada, despertarla y volver a golpearla delante de los menores.
Al día siguiente, por la mañana, la denunciante decidió trasladarse a la casa de su madre junto con sus hijos, buscando refugio tras el episodio. Sin embargo, al no poder permanecer allí por más tiempo debido a limitaciones de espacio y recursos, la mujer se vio obligada a regresar al domicilio donde convivía con su expareja.
Días después, en la madrugada, el agresor regresó a la vivienda y consumió sustancias frente a sus hijos, para posteriormente, atacarla nuevamente hasta que su hermana debió intervenir. Fue en ese momento cuando la mujer aprovechó para llamar al Servicio de Emergencias 911.
La damnificada fue asistida por personal de guardia de la Oficina Hospitalaria de Violencia Contra la Mujer (OHVM) del Hospital San Bernardo. El informe oficial destacó la presencia de indicadores de riesgo y vulnerabilidad que afectaban a los hijos, además de señalar el consumo de sustancias en la relación de pareja. Por su parte, el examen médico legal realizado a la mujer confirmó las lesiones que presentaba en el rostro, brazos y piernas.
En sede fiscal, la damnificada declaró que llevaba seis meses soportando hechos de esta naturaleza. Relató que el acusado incluso la había mantenido privada de su libertad, bloqueando la salida de la vivienda con objetos y, en una ocasión, la amenazó con un cuchillo. Estos detalles fueron corroborados por la madre de la denunciante, quien también fue testigo de la situación.
El juez Ignacio Colombo, tras recibir la confesión del acusado, lo condenó a una pena de 2 años de prisión de ejecución condicional. En el mismo fallo, le impuso una serie de reglas de conducta por el término de 2 años, que incluyen la exclusión del hogar, la prohibición de ejercer violencia física o psíquica contra su expareja, someterse a tratamiento de rehabilitación por sus adicciones, y realizar un tratamiento psicológico. Además, deberá ingresar al Programa de Intervención con Agresores de Violencia de Género.