Hace un año, Leonel Guillermo Francia, un niño de 11 años, llegó sin vida y con graves heridas al Hospital Papa Francisco en Salta. Su madre, Lidia Cardozo, informó a los médicos que su hijo había caído desde un segundo piso, pero rápidamente comenzaron a surgir sospechas de que se trataba de algo más siniestro.
Las primeras declaraciones de testigos y fuentes policiales apuntaban a que Leonel no había sufrido un accidente, sino que había sido víctima de un asesinato. Ese mismo día, Lidia Cardozo fue detenida y hasta la fecha permanece bajo custodia, aunque aún no se ha fijado una fecha para el juicio.
A un año del impactante hecho que sacudió a la comunidad salteña, Patricia Fattore Francia, tía de Leonel, reveló detalles estremecedores sobre los últimos momentos de su sobrino. Según Fattore, la autopsia mostró que Leonel había sido golpeado brutalmente antes de que su madre le «clavara un fierro» en la cabeza, atravesándole el cráneo. Posteriormente, lo habría arrojado desde el segundo piso de su vivienda, solo para recogerlo y llevarlo de nuevo a su cama.
Fattore agregó que, tras el ataque, el niño agonizó hasta el día siguiente. Mientras tanto, la acusada se dedicó a lavar la ropa y limpiar la escena del crimen. También pidió a los albañiles que trabajaban en su casa que llegaran más tarde de lo habitual, en un aparente intento por encubrir lo sucedido y preparar una coartada.
Según el testimonio de la tía, el día del crimen Lidia Cardozo estaba frustrada por no poder abrir su local debido a un compromiso en la Ciudad Judicial, y habría desquitado su enojo con su hijo. Vecinos, ahora testigos clave en la investigación, han declarado que escucharon los llantos de Leonel durante la madrugada, mientras era golpeado salvajemente.
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